¿Todos los équidos (caballos (caballos deportivos, caballos de ocio, jóvenes, viejos, caros o no...), ponis (pequeños o grandes, montados o no), burros) tienen dientes, verdad?

Por eso todos nuestros équidos necesitan ser revisados por un veterinario dentista.

Muchas personas asocian el deporte con las necesidades dentales... Pero al final (o más bien al principio), un dentista equino es un profesional que se especializa en el cuidado de los dientes de los équidos y las estructuras asociadas. Él o ella realiza una variedad de tareas, incluida la atención dental de rutina, el diagnóstico y tratamiento de enfermedades dentales, la corrección de maloclusiones dentales, la extracción de dientes enfermos y la consulta nutricional. Uno de los pocos aspectos relacionados con el deporte en el trabajo es que él o ella también puede darle consejos relacionados con sus bocados y riendas en correlación con la anatomía de su caballo.

Incluso un équido que no es montado o que no hace nada más que pastar todavía requiere atención dental. Él o ella también puede desarrollar una maloclusión (ganchos frontales o posteriores, por ejemplo), también puede desarrollar caries o romper un diente, también puede tener dificultades para mudar a una edad temprana o tener un diente flojo cuando envejece, también puede tener puntos afilados de esmalte que dañan sus mejillas, o incluso desarrollar sinusitis relacionada con los dientes... Todos estos problemas, para los cuales vemos a todos nuestros pacientes todos los días, tienen que ver únicamente con los dientes y nada que ver con la actividad del équido.

El cuidado dental es una parte vital para mantener un pony, burro, caballo saludable, incluso cuando no se monta ;-)

Recuerde, en Equide hemos desarrollado una plataforma elevadora para recibir y tratar a sus ponis, incluso a los más pequeños, en las mejores condiciones: